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Cine, acceso y democracia


 


Por: Janeth Aguirre Elizondo


Desde que me enteré sobre la existencia de espacios de exhibición independientes aprecié su valor cultural pero, sobre todo, admiré y respeté profundamente la pasión de las personas que dirigen y hacen que cada función sea posible.


Cuando hablo de espacios de exhibición independientes me refiero a pequeñas salas de cine, adaptadas en locales o casonas viejas, por todo México, en las que pueden sentarse entre 10 y 50 personas a disfrutar de una película.


Dichos lugares surgieron como respuesta al problema de distribución que existe en nuestro país. De las 368 películas estrenadas en complejos comerciales en el 2022 en México, solo 88 fueron mexicanas; 129, de países europeos; 23, de América Latina; 53, de otros sitios; y 103, de Estados Unidos, país que siempre lleva la delantera.


En ese contexto, las salas independientes y cineclubs intentan dar espacio a cientos de películas que nunca llegan a exhibirse en una sala comercial, a la vez que se constituyen en una alternativa económica de consumo cultural. En México vivimos más de 126 millones de personas; en los 2469 municipios del país hay 948 complejos de exhibición de cine con un giro comercial y 782 espacios independientes; el precio promedio de los boletos en salas comerciales es de 66 pesos, mientras que el salario mínimo es de 207 pesos con 44 centavos.


Gracias a una colaboración entre la Agencia Informativa UDEM y Radio UDEM, los invitamos a descubrir más de las siete salas de exhibición independiente.

 

Janeth Aguirre Elizondo

Maestra en Ciencias de la Comunicación con especialidad en Producción Audiovisual por el ITESM; profesora en la Licenciatura en Producción Cinematográfica en la Universidad de Monterrey; directora general del Festival Internacional de Cine de Monterrey.

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